Moperona Para qué sirve, efectos secundarios


La moperona es un fármaco antipsicótico de primera generación, que se comercializa como con el nombre de Luvatren. Este fármaco es originario de Japón, pertenece al grupo de las butirofenonas y se utiliza principalmente para tratar la esquizofrenia, así como otros trastornos psicóticos o con síntomas psicóticos. Se trata de un antipsicótico de alta potencia, es decir, tiene una gran afinidad para unirse con su receptor y ejercer su efecto. A nivel bioquímico y como mecanismo de acción, la afinidad de la moperona es mayor para los receptores D2 de la dopamina, muy relacionados con la esquizofrenia (donde existen exceso de esta sustancia).

También tiene afinidad para los receptores 5HT2 de la serotonina, aunque en menor grado, y para los receptores sigma. La moperona actúa inhibiendo la agresividad y reduciendo los síntomas psicóticos. A nivel químico lo hace a través de un efecto antagonista para la apomorfina, la adrenalina y la noradrenalina. Otro de sus efectos es que aumenta las concentraciones plasmáticas y adrenales de corticosterona suprarrenal.

Los principales efectos secundarios de la moperona son los síntomas motores extrapiramidales, la sed y el insomnio. Los síntomas motores extrapiramidales (también llamados síndrome extrapiramidal), engloban una serie de síntomas tales como discinesia tardía, acatisia, distonía y parkinsonismo. Estos síntomas motores son habituales efectos secundarios de los antipsicóticos como la moperona, junto a otros como el efecto antihistamínico (que produce sedación y aumento de peso), el efecto anticolinérgico (producido por un bloqueo muscarínico) y efectos cardiovasculares (producidos por el bloqueo del receptor alfa1). Sin embargo, aunque presente ciertos efectos secundarios, la moperona tiene una toxicidad baja; esto quiere decir que se necesitan elevadas dosis de la misma para intoxicarse o causar daños graves, lo que la convierte en una sustancia bastante segura.

 En el embarazo, se han detectado síntomas extrapiramidales y de abstinencia, trastornos respiratorios, temblores, somnolencia, trastornos de la alimentación, así como irritabilidad e hipotonía en neonatos cuyas madres tomaron antipsicóticos (como la moperona) al final de su embarazo. En cuanto a la lactancia, la moperona pasa a la leche materna, igual que otros antipsicóticos como el haloperidol. Es por ello que no se recomienda su uso en etapas lactantes.

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